¡Aquí estamos!
Tu asistente virtual
Asistente virtual
Te ayudamos en tu primer pago.
¿Te llamamos?
Diligencia el formulario de PQRS.
¡Escríbenos!
El panorama de las cesantías en Colombia para 2025 se proyecta como un escenario de consolidación y adaptación a los cambios implementados durante 2024. Este año se introdujeron ajustes en las políticas relacionadas con el recaudo, destinación y digitalización de las cesantías, que buscaron fortalecer su impacto en la protección de los trabajadores.
En un contexto económico marcado por la inflación y los desafíos financieros globales, las cesantías cobran un rol aún más relevante como un mecanismo de seguridad y planificación. Según la Superintendencia Financiera de Colombia durante el último año, el uso de las cesantías ha evidenciado un comportamiento mixto: mientras algunos colombianos han priorizado su ahorro, otros las han utilizado para atender emergencias, especialmente en un escenario donde el acceso a créditos puede ser limitado.
Las cesantías son mucho más que un ahorro obligatorio: representan una herramienta crucial para que los trabajadores colombianos puedan enfrentar momentos de incertidumbre laboral, alcanzar metas personales y fortalecer su estabilidad financiera. Este beneficio, que fue creado como un respaldo en caso de desempleo, también ha demostrado ser esencial para la inversión en vivienda, educación y proyectos familiares que generan bienestar a largo plazo.
“Las cesantías no son solo un recurso de emergencia; son una herramienta estratégica que, bien administrada, puede convertirse en un motor de desarrollo económico y social. Incentivar su uso responsable no solo beneficia a los trabajadores, sino que también fortalece la economía del país al promover la educación, la adquisición de vivienda y la capacidad de ahorro,” afirmó Erwin Schaefer Navarro, Vicepresidente de Planeación y Negocio de ACH Colombia, empresa creadora de SOI (Servicio Operativo de Información).
Asimismo, las empresas juegan un papel fundamental al garantizar el correcto cumplimiento del pago de las cesantías y al promover entre sus empleados una cultura de ahorro y planificación. Este enfoque no solo impacta positivamente la calidad de vida de los trabajadores, sino que también refuerza el compromiso empresarial con el bienestar social.